Las cuevas no son sólo objeto de admiración para los viajeros sino materia de estudio para científicos que han encontrado en ellas pruebas irrefutables de la edad prehistórica del hombre y de muchas especies animales hoy totalmente extinguidas. Son sitios oscuros, silenciosos, donde es casi imposible escuchar la caída del tiempo. Son limpias y transparentes.
En las cuevas encontramos formaciones que dan la impresión de un interior gótico, estatuas y columnas, graciosos arcos apuntados y mil otros detalles impresionantes. Nuestra imaginación puede llevarnos a ver formas espectaculares en todas las figuras de estalagmitas, formas humanas ángeles, serpientes, gallos, dragones, árboles…. Visiones misteriosas, inmóviles, rígidas, indiferentes a las mirada del hombre y con esa imponente superioridad de las maravillosas creaciones de la naturaleza. Y la naturaleza trabaja aquí sin ostentación ni ruido, tan lentamente que cuenta por siglos los adelantos de sus misteriosos trabajos.
Las Cuevas del Drach son las cuevas más famosas y populares de la isla. Ya eran conocidas durante la Edad Media y fueron exploradas entre 1880 – 1896. Fue en aquel entonces cuando se descubrió el lago en las cuevas. Desde 1935 se ofrece un concierto en directo de música clásica en el lago. El concierto dura 10 minutos y consta de piezas de música clásica interpretada por un cuarteto de músicos. La visita dura alrededor de una hora, y el recorrido es de unos 1.200 metros, e incluye un concierto de música clásica y un paseo en barca a través del lago. Recuerde reservar con anticipación su visita.
Cuevas del Hams también se encuentran en Porto Cristo y son unas de las principales atracciones turísticas de Mallorca. Las cuevas tienen 10 millones de años, pero el hombre sólo ha disfrutado de su belleza desde que fueron descubiertas en 1905. En una parte llamada la cueva azul, se puede disfrutar de la nueva iluminación azul y un documental educativo “Descubriendo el pasado”, sobre la historia de Mallorca, sus primeros habitantes, la formación de las cuevas de Hams y sus extraordinario descubrimiento. ¿Hay una mejor manera de disfrutar de un día caluroso o lluvioso afuera que experimentando 10 millones de años de historia?
Cuevas d’Artà
Estas cuevas se encuentran cerca de Artá, en el noreste de Mallorca. Están escondidas dentro de uno de los famosos y dramáticos acantilados de Mallorca rodeadas de montañas que se levantan sobre el mar y en su interior encontramos espectaculares formaciones de estalactitas y estalagmitas que conforman misteriosas imágenes del cielo y el infierno, y una fascinante red de túneles subterráneos. Se ha dicho que uno de los primeros visitantes fue el novelista francés Julio Verne y que las cuevas inspiraron su libro “Viaje al centro de la Tierra”.
Las cuevas son conocidas y visitadas desde hace siglos. Es muy probable que las conocieran los primeros habitantes de la isla, al igual que las distintas poblaciones que posteriormente habitaron la isla. La visita guiada viene con efectos especiales y las distintas cámaras reciben nombres como Infierno, Paraíso, etc. La sala del Infierno es una de las salas más grandes y asombrosas de las cuevas. Hay rocas que parecen animales monstruosos y todo tiene una cualidad infernal y mágica que hace que el visitante se sienta transportado a un lugar con el que ni siquiera había soñado. Otra de las salas es tan grande como la nave de la Catedral de Palma y la Reina de los Pilares, una estalagmita de 22 m de altura, casi podría ser una columna gótica. Crece hacia arriba a un ritmo de 2 cm cada 100 años.
Las cuevas de Génova fueron descubiertas por accidente durante la construcción de un pozo en 1906. Es un fascinante legado natural tallado gota a gota en piedra durante siglos. Forman un conjunto de galerías subterráneas de origen calcáreo que están unidas por pasillos formados de manera natural. Su proximidad a Palma y las medios de comunicación las hacen de fácil acceso para los visitantes y es ideal para visitar con niños.
Las Cuevas de Campanet están situadas en el monte Sant Miquel, en la Sierra de Tramuntana en el norte de Mallorca. Este valle escondido tiene todo el encanto del paisaje rural de la isla. En 1945, un granjero en busca de agua tropezó con la cueva al ensanchar un pequeño orificio, por el que salía una apreciable corriente de aire. Las cuevas cubren una superficie de aproximadamente 3.200 metros cuadrados a una profundidad de 50 metros y, aunque de tamaño bastante compacto, la exuberancia de su ornamentación natural es una maravilla para la vista.
El recorrido durante unos 40 minutos y sigue un camino a través de diferentes pasajes y salas, algunas de las cuales tienen pequeñas piscinas de agua. Estas salas son conocidas por nombres tan románticos como Castillo Encantado, Sala del Lago, Sala de la Palmera, Cascada Sonora, etc. Las cuevas han inspirado a pintores y poetas por ser uno de los elementos naturales más apreciados de Mallorca.
Massar Midgley Mahdi
Team Assistant @ Mallorcaresidencia